Kabod
KABOD EN EL CUERPO DE CRISTO
En este día quiero compartir algo en lo que estuve meditando los pasados días, tiene que ver con la honra a Cristo como la Cabeza de su Cuerpo que es la Ekklesia y la honra entre miembros del cuerpo que conforman la Ekklesia de Cristo.
La palabra “honra” en hebreo original esta relacionada a la palabra “Kabod”.
Esta palabra “Kabod” es tremenda, su valor y significado son preciosos al igual que su aplicación y la experiencia de vivir esta palabra en nuestro día a día.
“Kabod” quiere decir; Peso, dar valor, respetar, dar gloria.
En Efesios 2:3 encontramos esta palabra “Kabod”:
“Honra a tu padre y a tu madre”
La honra a nuestros padres terrenales trae un peso de gloria tremendo sobre nuestras vidas que puede ser heredado a la siguiente generación.
La honra es muy importante en nuestras relaciones primero con nuestro Padre Eterno y luego interpersonal.
El honrar a nuestro Padre eterno por sobre todas las cosas trae un peso de gloria sin límites sobre nuestras vidas, la honra es un valuarte de nuestra fe en Cristo Jesús.
En Griego original la palabra “honra” esta relacionada a “Timao”, esta palabra significa;
“Tener a alguien en gran estima”.
El valor y peso del Cuerpo de Cristo está en la "honra", primero a Cristo Jesús, al Padre y al Espíritu Santo y luego la honra entre miembros del Cuerpo de Cristo.
Es muy relevante honrarnos los unos a los otros no por lo que tenemos o por la posición de autoridad reconocida que podemos representar sino por lo que somos.
Es importante honrar a nuestras autoridades espirituales pero muchas veces uno dirige la honra solo hacia aquellos que están en autoridad y son reconocidos/as ministros de nuestro Padre Eterno en la tierra, menospreciando a aquellos/as que no son aún reconocidos o tal vez tienen un solo don manifiesto o algunos pocos talentos.
En este caso me refiero a la honra entre miembros del cuerpo de Cristo por que si establecemos esa honra genuina entre hermanos podremos reflejar esa Luz Verdadera de Honra a nuestra familia, comunidad, pueblos, nación, generación y dejar un legado de peso a nuestras generaciones venideras, así mismo a todos aquellos que aún no nacieron de nuevo, empezando honrándonos primero en el Cuerpo de Cristo.
Así como el Padre nos ama debemos buscar sustentados en la Gracia de Cristo Jesús amarnos y honrarnos los unos a los otros.
“En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si os tenéis amor unos a otros”.
Juan 13:35 BTX IV
Entiendo que en este tiempo es muy relevante e importante en la Gracia de Cristo esforzarnos por amarnos los unos a los otros por encima de cualquier diferencia.
La crítica, murmuración, el falso juicio, falsos rumores, hablar mal los unos de los otros sea cual sea el motivo está relacionado a maldecir, si somos miembros de un mismo Cuerpo debemos bendecirnos mutuamente, bendecir y no maldecir, por mas simple y básico que parezca este fundamento muchas veces lo pasamos por alto y no buscamos su aplicación en nuestro día a día.
Algunas veces tuve la oportunidad de ver a mi mamá bendecir y hablar con amor a sus plantas, algunas que se estaban secando luego de escuchar estas palabras de amor y bendición tomaron vida nuevamente y volvieron a florecer, en alguna oportunidad yo practiqué lo mismo y el resultado fue sorprendente, si declaramos vida el fruto será vida.
De la misma manera si vemos a cada miembro como un árbol de nuestro Padre eterno procuremos honrarnos, bendecirnos, amarnos los unos a los otros enviando palabras de vida, luz y verdad a cada miembro para que nos desarrollemos como árboles preciosos llenos de vida y fruto abundante.
Nos honremos por amor a la Cabeza que es Cristo y por amor a su Cuerpo, si empezamos en casa, en nuestro propio Cuerpo el resultado será reflejado en nuestro día a día con toda persona que el Padre ponga al rededor nuestro.
Como dice Romanos 12:31 (BTX IV):
“Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres;
pero el mayor de ellos es el amor”.
1 Corintios 13:13BTX IV
Con amor en Cristo: G. Sanz.
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